Irán

Un análisis nacional sobre la situación de los territorios de vida

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Foto: CENESTA
Autor(es): Ghanimat Azhdari, Ali Razmkhah, Nina Aminzadeh Goharrizi, Maede Salimi, Ahmad Beiranvand, Nahid Naghizadeh, y Soheil Hosseinzadeh

Irán es un país extenso ubicado en el cinturón árido del suroeste de Asia. El 85 % de su superficie terrestre comprende regiones áridas y semiáridas que albergan pastizales, bosques de alta a baja densidad y desiertos. Miles de territorios de vida en Irán están formados por varios grupos étnicos, incluidos árabes, baluchis, gilakíes, kurdos, luros, persas, turcos y turcomanos, con una diversidad significativa en cultura, idioma, tradiciones y sistemas consuetudinarios de conservación de la naturaleza. Históricamente, tanto los pueblos nómadas como las comunidades no nómadas han tenido una relación entrelazada con la naturaleza mediante sus sistemas complejos de gobernanza socioecológica. Esta relación con la naturaleza se basa en la organización social, la identidad, la producción colectiva y la adaptación de los sistemas de gobernanza y gestión de las comunidades.

Los territorios de vida de los pueblos indígenas nómadas de Irán cubren casi el 59 % del país, incluidas 34 millones de hectáreas de tierras de pastoreo y 660 000 hectáreas de tierras agrícolas (de regadío y de secano). Los pueblos nómadas establecieron y desarrollaron un sistema dinámico adaptativo de migraciones estacionales hace aproximadamente 12 000 años en Irán. Según las últimas estadísticas, los nómadas iraníes forman 104 tribus y 554 tribus independientes,[1] que constan de 246 000 familias con una población de 1 108 000 habitantes, o el 1,32 % de la población del país. Además, los nómadas poseen el 28 % del ganado menor y el 4 % del ganado mayor del país, y producen el 20 % de las carnes rojas y productos pecuarios, abasteciendo con 9 millones de cabezas de ganado anual al mercado. Además, con la producción del 35 % de las artesanías del país, los nómadas se encuentran entre los sectores más productivos de la sociedad.[2]

Las comunidades iraníes no nómadas también han dado lugar a la formación de diversos territorios de vida junto con otros sistemas de herencia agrícola. Esta diversidad se evidencia en antecedentes históricos, culturales, características climáticas y ambientales.

En estos territorios de vida existe una amplia variedad de sistemas de gobernanza para gestionar y conservar la naturaleza y la biodiversidad. Estos sistemas brindan experiencias excepcionales y valiosas que ayudan a abordar el cambio climático y los desafíos ambientales, como también caracterizan tecnologías que brindan una variedad de servicios de manera sostenible.

Mapa de los TICCA de Irán (incluido solo una región que representa aproximadamente el 15 % del territorio nacional). Créditos: CENESTA y UNINOMAD

Sistemas de gobernanza biocultural de los territorios de vida en Irán

Los sistemas únicos de gobernanza biocultural de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales de Irán incluyen un conjunto de normas, ética, valores y culturas que han aprendido y creado a lo largo de la historia, influenciados por la diversidad climática y ambiental. Los sistemas de gobernanza han contribuido a una variedad de ecosistemas diversos como humedales, bosques, pastizales, praderas, desiertos, ambientes marinos y costeros. A pesar de todas las diferencias y variaciones locales, la característica común entre los Pueblos Indígenas y las comunidades locales de Irán es su conocimiento y los sistemas de gobernanza basados ​​en la biología y la cultura para la conservación de sus territorios de vida.

Las tecnologías Indígenas y los métodos sostenibles de estos sistemas adaptados localmente a las condiciones ambientales y climáticas adversas afectan directa e indirectamente la conservación y el uso sostenible del agua, el suelo y la biodiversidad. Los sistemas de manejo de aguas subterráneas (Qanats), la migración estacional, el sistema de cultivo con capas múltiples y la práctica del Qorukh[3] (protección, prohibición) son ejemplos de prácticas de gestión de recursos en los territorios de vida.

Algunos ejemplos de los territorios de vida en Irán

Ecosistemas marinos

Irán limita con tres cuerpos marinos importantes: el mar Caspio en el norte y el golfo Pérsico y el mar de Omán en el sur. En ambas costas, durante miles de años se han practicado métodos de pesca tradicionales y las pesqueras se manejaron mediante derechos y regulaciones consuetudinarios. Por ejemplo, los pescadores locales del norte practican el método de pesca Damgostar o Parreh[4], lo que les permite beneficiarse de los ricos recursos pesqueros del mar Caspio, como el esturión. Las redes utilizadas aseguran que solo se capturen peces adultos y que los peces jóvenes puedan seguir creciendo. De manera similar, en el sur, los habitantes del norte de la isla de Qeshm,[5] tienen pequeñas pesquerías tradicionales (por ejemplo, Moshta) que permiten la liberación de delfines y tortugas, aunque la Organización de Pesca de Irán (Sheelat) ha promovido la pesca de arrastre por barcos de pesca industrial nacionales e internacionales. Sin embargo, la pesca ha estado en declive desde que diversas políticas socavaron los territorios de vida. Por ejemplo, los métodos de pesca tradicionales están prohibidos con el pretexto de que ponen en peligro a otras especies acuáticas, los certificados para las embarcaciones tradicionales y los botes de las comunidades locales no se emiten fácilmente, y la industria de la acuicultura se desarrolla competitivamente.

Ecosistemas del desierto

La mayor parte de Irán está cubierta por desiertos, por lo que históricamente la gente ha aprendido a lidiar con la escasez de agua. Una de las formas ingeniosas de recolectar y manejar los recursos hídricos se formó alrededor de Qanat, un complejo sistema de túneles que extrae agua subterránea de las cuencas de las montañas. Los Qanats todavía se cuentan como una de las principales formas de obtener agua para el riego y el desarrollo agrícola en la meseta interna de Irán. En la mayoría de los casos, sin embargo, los Qanats son más que una forma de utilizar el agua subterránea, pues representan un sistema único e integrador que ilustra el uso del conocimiento y la sabiduría Indígenas en la gestión sostenible de la tierra, el agua y la biodiversidad agrícola.

Varios problemas están afectando estos sistemas de manejo del agua en el desierto. La construcción, el mantenimiento y la gestión de Qanats requieren un fuerte trabajo colaborativo. El descenso de los niveles freáticos, causado en parte por un aumento en el número de pozos, ha provocado el declive de muchos Qanats. Ahora hay pocos trabajadores calificados (Moghanees), por lo que la antigua riqueza de conocimientos sobre la gestión del agua en las regiones secas de Irán está desapareciendo rápidamente.

Manada de camellos, en el desierto de Lut, territorio de las tribus nómadas baluchi. Foto: Ramin Rohami

Ecosistemas de pastizales

Algunos de los TICCA – territorios de vida más importantes de Irán pertenecen a comunidades tribales. Hay muchas tribus diferentes, incluidas Qashqai, Shahsavan, Bakhtiari y Baluchi [6], dispersas por todo Irán, las cuales están muy organizadas en términos de estructura social. Los territorios consuetudinarios de las comunidades tribales consisten en territorios de verano e invierno, así como rutas migratorias. En el pasado, las decisiones sobre el momento de la migración las tomaban los sabios nombrados en función del mérito y la confianza. La degradación de los pastizales se debe a la pérdida de los derechos consuetudinarios, por el corte de rutas migratorias por los llamados proyectos de desarrollo y la erosión de las estructuras sociales, ya que la migración comienza más temprano para tener un mejor acceso a los recursos.

Ecosistemas de bosque

Hay al menos tres tipos de bosques en Irán: bosque hircano (Caspio) en el norte, bosques de robles de las montañas de Zagros y bosques de manglares a lo largo de las costas del sur. Las comunidades locales que viven en los bosques siempre han tenido el conocimiento para manejar este ecosistema y sus recursos. Las tribus talesh también han estado practicando sus derechos consuetudinarios en la gestión de los bosques del Caspio. A pesar de estos esfuerzos, los sistemas socioecológicos forestales están en rápido declive debido al aumento de la población, la presión sobre los habitantes de los bosques para que abandonen sus aldeas, la falta de permisos de pastoreo y la pobreza económica.

Cultivos de arroz junto con el bosque y el río. Estos proveen protección a los suelos y el uso eficiente del agua en la provincia de Mazindran. Foto: Soheil Hoaseinzadeh

Ecosistemas de humedales

Los humedales siempre han atraído a la gente hacia esta fuente de agua para la agricultura, la pesca, el turismo y otros servicios. Muchos de los territorios de vida de Irán se forman en estos humedales y alrededor de sus recursos y, por esta razón, las comunidades han desarrollado formas ingeniosas de mantener los bienes de los humedales debido a su importancia para sustentar los medios de vida.

Un ejemplo de este ingenio proviene del humedal de Anzali, que mide aproximadamente 193 km2, un sitio Ramsar en la costa sur del mar Caspio. El sistema de manejo consuetudinario que se practica entre las comunidades aledañas al humedal se conoce como Abbandan-dari, el cual es un tipo de embalse artificial poco profundo que se encuentra en las tierras bajas del sur del Caspio y se utiliza tanto para la acuicultura como para el suministro de agua para el cultivo del arroz. Una forma específica de Abbandan ocurre dentro del humedal de Anzali, donde varían en tamaño de diez a cien hectáreas. El sistema consuetudinario de Abbandan-dari lo practican los habitantes locales llamados Abbandan-dar. Sin embargo, desde 1971, las prácticas de Abbandan-dari se han llevado a cabo de una manera nueva, bajo la supervisión del Departamento de Medio Ambiente. Las áreas se alquilan a las comunidades locales por un período de seis meses (del 6 de septiembre al 6 de marzo para cubrir las temporadas de pesca y caza), y las condiciones de conservación se incluyen en los acuerdos de alquiler.

Ecosistemas de montaña

Las dos cordilleras de Irán, Zagros y Alborz, tienen climas fríos y secos que crearon territorios únicos de extraordinaria belleza, especialmente en el oeste y noroeste de Irán. El aislamiento geográfico y los recursos naturales limitados, especialmente la falta de tierras cultivables, llevaron al desarrollo de una gestión inteligente del suelo y los recursos hídricos basada en una forma específica de organización social. Con el uso de materiales locales, los Pueblos Indígenas de la región han aprendido a aprovechar al máximo los escasos recursos disponibles, construyendo terrazas para huertos y enriqueciéndolas con suelos buenos para la agricultura de otras partes del territorio, como las riberas de los ríos.

Un ejemplo notable es Hawraman, una región montañosa que se extiende por el oeste de Irán en las provincias de Kurdistán y Kermanshah, y el este de Irak. Las condiciones climáticas y ambientales de Hawraman han provocado que la gente de esta región viva en diferentes partes de su territorio en diferentes estaciones del año. Cada aldea tiene uno o más asentamientos de verano llamados Ha’var, la mayoría de los cuales están ubicados en terrazas planas o cadenas montañosas alrededor de los manantiales.

Política nacional y contexto legal de los territorios de vida en Irán

A pesar de la larga historia de conservación de la naturaleza por parte de los Pueblos Indígenas y de las comunidades locales, el establecimiento del estado-nación moderno centralizado y la influencia de los conceptos occidentales de protección y explotación de la naturaleza han puesto en peligro las capacidades locales para cuidar biodiversidad. Desde 1921, casi todos los gobiernos iraníes han intentado reemplazar las instituciones consuetudinarias de gestión de recursos naturales y sistemas de medios de vida de los Pueblos Indígenas y de las comunidades locales. Esto se reafirmó aún más a partir de 1963 con la nacionalización de los recursos naturales y más tarde en la década de 1970 con la reforma de políticas para la modernización agrícola. Las políticas agrícolas posteriores a la revolución de 1979 llevaron nuevamente a una destrucción generalizada de los recursos naturales y tuvieron graves efectos negativos en la cultura, las tradiciones y los sistemas bioculturales de los Pueblos Indígenas y de las comunidades locales. La desintegración de los territorios de vida se agudizó aún más debido a las leyes y regulaciones de áreas protegidas que expulsaron a los Pueblos Indígenas nómadas de estas áreas. Estas políticas autoritarias han dañado gravemente los aspectos sociales y ecológicos de los territorios de los Pueblos Indígenas y de las comunidades locales y han debilitado los sistemas de gobernanza consuetudinaria.

Además de los cambios de política, la infraestructura a gran escala y los avances industriales han aumentado notablemente en Irán e imponen nuevas amenazas para los territorios y la cultura de los Pueblos Indígenas y de las comunidades locales. Algunos ejemplos incluyen: (1) las áreas de Makoran, en el centro de los territorios de los baluchi, que están ocupadas por un gran desarrollo industrial llamado Zona Libre Comercial de Chabahar; (2) el reciente desarrollo de la industria petroquímica a lo largo de la costa; (3) las represas en los territorios de vida de los bakhtiari, que inundaron muchos asentamientos y provocaron la migración forzada, y (4) un programa de cambio de tierras (pasto a finca) para los territorios de vida de Shahsavan relacionados con la presa Khoda-Afarin.

Solapamiento de TICCA y áreas protegidas oficiales. Mapa: CENESTA y UNINOMAD

Frente a las amenazas y desafíos de las últimas décadas, la resiliencia de los Pueblos Indígenas y de las comunidades locales y su profundo sentido de pertenencia a sus territorios, como también sus esfuerzos por preservar los valores espirituales, económicos, socioculturales y ambientales de sus territorios de vida es notable. Afortunadamente, existe una mayor consciencia sobre los territorios de vida de los Pueblos Indígenas y de las comunidades locales y sus valores de conservación de la naturaleza, debido a las valiosas acciones de las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos de base, así como también a los discursos locales sobre nuevos enfoques de desarrollo.

Un ejemplo de una organización local fuerte y resistente de Irán es el Centro de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente (CENESTA), que ha estado trabajando para volver a empoderar a las comunidades y restaurar los derechos de tenencia de sus territorios de vida durante más de treinta años. La prioridad de CENESTA ha sido ayudar a las comunidades a restablecer sus instituciones de gobierno consuetudinarias y reconstruir su resiliencia frente a los cambios sociales, políticos y ambientales. La forma principal de implementación del trabajo de CENESTA es involucrarse en procesos participativos con los Pueblos Indígenas y con las comunidades locales mediante consejos tradicionales de sabios de la comunidad y sus fondos de inversión comunitarios asociados (sanduqs).

Uno de los programas más importantes de CENESTA tiene como objetivo el adecuado reconocimiento de los territorios de vida mediante su documentación y registro. Este esfuerzo incluye visitas en terreno y reuniones participativas con miembros, sabios y administradores de la comunidad. También requiere determinar el alcance de los territorios de vida con un mapeo participativo,[7] así como la preparación y compilación de informes de evaluación en las áreas de ecología, gobernanza y medios de vida. Estos informes y mapas participativos se utilizan en procesos de litigio y negociaciones con autoridades gubernamentales. Desde 2003, CENESTA ha estado facilitando la organización y el registro de varios consejos de sabios tribales y sus fondos de inversión comunitarios asociados (sanduqs). Estos esfuerzos culminaron en 2010 con la creación de la Unión de Tribus Indígenas Nómadas de Irán (UNINOMAD), una federación nacional cuyos miembros son confederaciones tribales registradas y tribus independientes de Irán.

Como resultado de los muchos esfuerzos de CENESTA, se han realizado mejoras en los últimos años en las políticas de manejo de recursos naturales y conservación ambiental. Se ha adoptado un enfoque participativo en algunas de las políticas relevantes que podrían tener impactos positivos en el estado de los territorios de vida en Irán. La acción más transformadora ha sido representada en el artículo 38 de la “Ley del Sexto Plan Quinquenal de Desarrollo Económico, Cultural y Social 1396-1400 (2016 – 2021) (el Sexto Plan de Desarrollo)”, específicamente en los párrafos L, S, y T.

Según este artículo: “El gobierno está obligado a tomar las siguientes medidas para proteger el medio ambiente (negritas agregadas):

  • L – Mejorar la protección de bosques, pastizales y tierras nacionales y gubernamentales y cuatro áreas ambientales protegidas[8] con la participación de las comunidades locales;
  • S – Elaborar, compilar e implementar un plan de acción para proteger y manejar las cuatro áreas ambientales y especies amenazadas de la vida silvestre del país mediante el uso de capacidades voluntarias y participativas de personas naturales y jurídicas, con prioridad otorgada a las comunidades locales y ONG por el Departamento de Medio Ambiente,
  • T – Revisar el alcance de las cuatro áreas ambientales protegidas, así como la nueva definición y división de las áreas según las nuevas divisiones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) por parte del Departamento de Medio Ambiente».

Recomendaciones

Hay varias recomendaciones que provienen de la experiencia de Irán con los territorios de vida:

  • Los Pueblos Indígenas y las comunidades locales requieren el reconocimiento apropiado de sus derechos consuetudinarios sobre sus territorios, al igual que de sus conocimientos, habilidades, instituciones y normas Indígenas para su gobernanza y gestión;
  • Las instituciones de gobierno de los Pueblos Indígenas y de las comunidades locales necesitan participar en los procesos de toma de decisiones y de creación de políticas relacionados con sus territorios de vida y recursos naturales como titulares de derechos clave;
  • La planificación participativa y la implementación de programas deben mejorar, fortalecer y revitalizar las estructuras de relación entre los Pueblos Indígenas y las comunidades locales y la naturaleza dentro de los territorios de vida, así como mejorar el sentido de propiedad comunitaria de los territorios;
  • Los derechos de propiedad intelectual de los Pueblos Indígenas y de las comunidades locales, su gobernanza colectiva y el conocimiento indígena deben ser respetados y reconocidos;
  • Se deben realizar esfuerzos para revisar y revertir políticas y programas inapropiados para el manejo de recursos naturales, tales como la nacionalización de recursos naturales, así como políticas y programas autoritarios;
  • Los derechos legalmente establecidos sobre la protección de las rutas migratorias de las tribus nómadas como parte de sus territorios de vida deben ser respetados, protegidos y cumplidos, especialmente a la luz de la prohibición legal absoluta de cualquier transferencia y cambio de uso;
  • Se debe promover la conservación participativa de los recursos genéticos vegetales y animales nacionales y basarse en la combinación del conocimiento indígena y la ciencia moderna con la participación de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales en sus territorios de vida (conservación in situ).

[1] Incluidos, entre otros: confederación tribal Qashqai, confederación tribal Bakhtiari, tribus Lor y Lak, confederación tribal Shahsevan, pueblos baluchis y tribus de la periferia del desierto central como Sangsari, Abolhassani, Toroud, Abarsej, etc.

[2] Resumen de los resultados de las estadísticas básicas de la población nómada del país, Centro de Estadísticas de Irán, 2020.

[3] Qorukh (en turco, qoroq en persa) es un sistema estricto de limitación de uso de tierras, debido a necesidades como la restauración estacional y periódica de los pastizales, bosques, humedales, vida salvaje y zonas de pesca. Esto incluye algunas necesidades específicas de algunas especies de ganado (por ejemplo, ganado en fase de lactancia o ganado joven, vida salvaje en peligro de extinción, animales de carga) o ajustes en la gama de gestión debido a períodos de sequía, migración y rutas de nomadismo.

[4] El método de pesca Parreh o Damgostar es uno de los métodos más antiguos de captura de peces óseos, incluido el pescado blanco, en la costa sur del mar Caspio (provincias de Gilan y Mazandaran). En este método, por lo general, una red de 1000 metros de largo y de 7 a 10 metros de alto se extiende en forma de “U” mediante un gran bote de madera en el mar, y el extremo de la red regresa a la orilla a una distancia de aproximadamente 100 metros desde el punto de partida. El diámetro de los agujeros de la red es lo suficientemente grande (entre 30 y 40 mm) para capturar solo peces adultos y, por lo tanto, es muy eficaz para conservar las poblaciones acuáticas. Después de un tiempo, la red se tira hacia la orilla desde el extremo por la fuerza de un cabrestante de tractor y se recoge. Como resultado, los peces atrapados dentro de la red se dirigen gradualmente a la orilla y son recolectados por los pescadores. En épocas anteriores, la pesca era realizada por pescadores con la ayuda de animales, y los pescadores creaban una cohesión y pasión especial al recitar poemas locales.

[5] Moshta es un método tradicional de pesca en la provincia de Hormozgan en el sur de Irán, que se realiza utilizando la marea. En este método, se colocan palos en la orilla y se crea una cerca usando la red de pesca, que cuando el agua sube, los peces ingresan y cuando el agua baja, son capturados por los dueños de Moshta. En este método, se presta mucha atención para liberar y no atrapar a otros animales acuáticos, como delfines y tortugas.

[6] Revise el territorio de vida de Chahdegal, Irán, en este informe.

[7] En el mapeo participativo, las personas se reúnen y participan en la elaboración de un mapa compartiendo su conocimiento y visión espacial. Esta es una oportunidad para los pastores nómadas, especialmente porque muchos de ellos no saben leer ni escribir y nunca habían usado mapas de papel. Mediante el mapeo participativo (y el Sistema de Información Geográfica de Participación Pública en pasos posteriores), las comunidades podrán transferir su conocimiento del paisaje y los ecosistemas a mapas de papel. Después de crear mapas en papel con un facilitador y la gente de las comunidades, el facilitador trabaja para pasar a desarrollar mapas usando software de computadora.

[8] El sistema de áreas protegidas de Irán utiliza solo cuatro categorías:
Parque Nacional: áreas naturales relativamente vastas con características específicas y significado nacional desde el punto de vista geológico, ecológico y biogeográfico que se seleccionan con el propósito de proteger y mejorar la población de especies animales y sitios de vegetación. Los parques nacionales son lugares adecuados para actividades educativas y de investigación, así como para el ecoturismo.
Monumento natural nacional: fenómenos relativamente pequeños, únicos, excepcionales, poco convencionales e insustituibles que tienen importancia desde el punto de vista conservacionista, científico, histórico o natural.
Refugio de Vida Silvestre: hábitats de vida silvestre representativos seleccionados con el propósito de preservar la población de especies animales y mejorar su nivel de calidad. Estas áreas son lugares apropiados para actividades educativas y de investigación. Se permite el uso compatible y el turismo controlado en los refugios.
Área de Conservación: se seleccionan áreas relativamente vastas de gran importancia para la protección con el propósito de preservar y restaurar los sitios de plantas y los hábitats de los animales. Se permiten el turismo controlado y los usos económicos bajo un plan de manejo.

Acerca de los autores / las autoras

This report was prepared on behalf of the Centre for Sustainable Development and Environment (CENESTA), in memory of the beloved Ghanimat Azhdari, who sacrificed a large part of her life to protect and defend the territories of life in Iran and the world.

Traducción al español de Raúl Ho

Revisión de Pablo Maturana Fuentes