Pangasananan

Un territorio de vida del pueblo manobo en Mindanao, Filipinas

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Foto: Glaiza Tabanao
Autor(es): Glaiza Tabanao

En Filipinas, se estima que el 85 % de sus bosques remanentes y que 96 de 128 de sus áreas clave para la biodiversidad se superponen con territorios Indígenas.[1] Esto implica que los Pueblos Indígenas y sus comunidades contribuyen de manera importante a proteger y conservar los bosques que quedan en Filipinas y a mantener las especies diversas que hay en el país. Una de estas comunidades es la de los manobos en las aldeas de Sote y Baguis en el interior de la ciudad de Bislig, provincia de Surigao del Sur, isla de Mindanao. Esta comunidad llama a su territorio Pangasananan, el que cubre alrededor de 6996 hectáreas.

Pangasananan es una antigua palabra manobo que significa literalmente “un lugar donde se obtienen alimentos, medicinas y otras necesidades”. Es donde los manobos cazan animales salvajes; recolectan miel; cultivan granjas de frutas, verduras, tubérculos y arroz de secano; plantan y cultivan árboles para madera y celulosa; consiguen pescados y mariscos para comer; recolectan hierbas y especias para sus preparaciones y también varias plantas y partes de ellas para curar enfermedades del cuerpo, la mente y el espíritu. Les proporciona refugio y espacio para vivir y aprender, un medio para conectarse con el mundo espiritual y sus antepasados, un lugar para el descanso eterno y una herencia para sus hijos.

“Si abandonamos nuestro territorio, ¿qué será de nosotros? Nada… pereceremos y no seremos nada”.


Jefe Hawudon Tinuy-an Alfredo Domogoy
Foto: Glaiza Tabanao

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6996 hectáreas

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Guardianes: 1500 personas de la comunidad Indígena manobo

El Pangasananan y sus guardianes manobo

El manobo es el grupo etnolingüístico más grande de Filipinas. Sus subgrupos están muy dispersos por Mindanao y cada uno se adapta a su entorno y desarrolla una versión localizada de la cultura manobo general. Los guardianes del Pangasananan son una comunidad manobo de alrededor de 1500 personas que dependen principalmente de una variedad de cultivos (intercultivo y cultivo mixto) de arroz, maíz, legumbres, tubérculos, verduras, frutas y coco en sus kaingin o granjas de rotación. Esto se complementa con la caza, la pesca y la recolección. Muchos pobladores tienen también abacá y árboles para madera y celulosa en estas granjas, y algunos integrantes de la comunidad obtienen ingresos en efectivo como obreros y transportistas. A pesar de que la vida manobo esté en gran parte cristianizada, sigue regida por las creencias del mundo espiritual.

Además de proporcionar el sustento, el Pangasananan también sirve como santuario en tiempos de crisis. Durante la Segunda Guerra Mundial, las familias manobo se escondieron en el bosque para escapar de los invasores japoneses. La abundancia de alimentos, hierbas medicinales y agua les permitió sobrevivir hasta que terminó la guerra. En 2020, la pandemia de la enfermedad causada por el coronavirus (COVID-19) trajo consigo un confinamiento muy estricto que impuso el gobierno en todo el país, lo que afectó sus fuentes de ingresos y comprometió su seguridad. Según Archie Cortez, una joven manobo, si no fuera por el Pangasananan, su familia no habría tenido un espacio seguro fuera del alcance del virus de la COVID-19. Hawudon Danao Virgilio Domogoy, un líder de la comunidad, y su esposa Victoria también compartieron su reflexión acerca de lo afortunados que son de tener el Pangasananan porque, a pesar de haber perdido sus medios de sustento, aún pueden sobrevivir con los cultivos en sus granjas, los alimentos del bosque y el agua limpia de los arroyos. Hawudon Sungkuan Nemesio Domogoy, otro líder manobo, dijo: “esto es lo que ganamos al proteger nuestro territorio y sus bosques. Hemos pasado todas las dificultades, pero el virus no puede dañarnos aquí [en el Pangasananan]. Sobrevivimos a los invasores japoneses, a la empresa PICOP[2] y a los rebeldes armados. Sin dudas sobreviviremos a esta pandemia».

Los manobos creen que su existencia ininterrumpida como pueblo depende del Pangasananan. Para los manobos, la destrucción de este significaría el tabú final: ingratitud y falta de respeto a los espíritus y sus antepasados, aniquilación de su identidad Indígena e implicaría también darle la espalda al futuro de sus hijos. El jefe Hawudon Tinuy-an-Alfredo Domogoy dijo una vez: “si abandonamos nuestro territorio, ¿qué será de nosotros? Nada… pereceremos y no seremos nada”.

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“Esto es lo que ganamos al proteger nuestro territorio y sus bosques. Hemos pasado todas las dificultades, pero el virus no puede dañarnos aquí [en el Pangasananan]. Sobrevivimos a los invasores japoneses, a la empresa maderera y a los rebeldes armados. Sin duda sobreviviremos a esta pandemia».

Hawudon Sungkuan Nemesio Domogoy

Ubicación del Pangasananan en Filipinas y Mindanao. Mapa: PAFID, para ver las fuentes de información consulte la nota al pie 11

Gestión y gobernanza del Pangasananan

El territorio está dividido en nueve sectores llamados Kadumalahan. Cada uno de estos sectores está encabezado por un Hawudon, que es una persona encargada de la toma de decisiones, la resolución de conflictos y la seguridad territorial. Juntos, los Hawudon de cada Kadumalahan forman el consejo de líderes. Este consejo se reúne cuando los representantes necesitan discutir asuntos que afectan a todo el territorio, como la formulación de políticas y la resolución de problemas a nivel sectorial. Los Hawudon recibe la ayuda de los Mala’as, los Bagani y los Baylan.

TLos Mala’as son sabios respetados y con influencia en la comunidad, forman el consejo de sabios llamado Kamala’asan, actúan como consejeros del Hawudon y pueden influenciar en la decisión de este, pero no son ellos mismos quienes toman las decisiones. Los Bagani (guerreros) ayudan en la aplicación de las políticas, la seguridad física y la detención de quienes realizan actividades ilegales como la tala, la caza furtiva y la entrada de migrantes sin consentimiento. El Baylan (líder espiritual) no participa en la toma de decisiones ni en la aplicación de las leyes de la comunidad. Su rol es asegurar que se mantenga el vínculo espiritual de la comunidad. Sólo un Baylan[3] puede llevar a cabo los rituales que requieren invocar a los espíritus poderosos para recibir bendiciones, orientación y consentimiento.

Gracias a la observación y al asesoramiento de los líderes de otras comunidades Indígenas y otras organizaciones aliadas de confianza, los líderes adoptaron estrategias modernas para administrar mejor el territorio y sus asuntos. Un ejemplo de esto es la formación del Consejo Tribal Manobo de Sote (MATRICOSO, por su sigla en inglés), que actúa como un órgano legal encargado de administrar los asuntos comerciales y la implementación de las actividades de conservación y desarrollo comunitario. El MATRICOSO también puede representar a la comunidad en negociaciones y discusiones con el gobierno y con otros grupos de apoyo. La comunidad también forjó una alianza con el ejército de Filipinas para ayudarles con la seguridad territorial y proporcionar alguna forma de apoyo financiero y de otro tipo a los Bagani (guerreros).

Actualización del mapa tridimensional para incluir los usos de la tierra actuales en el territorio. El mapa demuestra el conocimiento manobo sobre su territorio y sus características físicas, identifica las áreas que necesitan reforestación o rehabilitación y delinea las áreas de protección. Foto: Glaiza Tabanao

Perfil ecológico e importancia de la biodiversidad

El Pangasananan de los manobos está cubierto en un 63 % de bosques primarios y secundarios, que guardan aproximadamente 470 755 toneladas de carbono en sus árboles leñosos.[4] Áreas agroforestales, seis aldeas pequeñas y varias granjas de cultivo mixto, pequeñas y medianas, también se encuentran dispersas por todo el territorio, en el que además abundan las cuevas y los ríos subterráneos.

Durante la temporada de lluvias, un lago sagrado llamado Danao inunda los árboles y las cuevas circundantes, lo que crea un bosque único, semisumergido en agua limpia y fría. Se cree que el Danao está conectado a una red de ríos subterráneos y superficiales que atraviesan el territorio y forman la cuenca hidrográfica de Tinuy-an. Esta cuenca irriga los arrozales, las granjas y las plantaciones, y actúa como una fuente importante de agua para el uso doméstico de los manobos y la ciudad que está río abajo. También alberga las cataratas de Tinuy-an, un destino turístico famoso conocido como la «Niágara Pequeña de Filipinas». Antes de la pandemia, atraía hasta 160 000 visitantes por año y aportaba al gobierno local un promedio de entre 8 y 11 millones PHP[5] de ganancias.

Este mosaico paisajístico nutrió no solo a los manobos sino también a las especies diversas y altamente endémicas que viven allí. De hecho, el Pangasananan forma parte de lo que el gobierno identificó como el sitio de conservación prioritario South Diwata, área clave para la biodiversidad, y también del Área importante para la conservación de las aves y la biodiversidad de Bislig, designada por Birdlife International y de renombre internacional.[6] Esta área de importancia ecológica presenta bosques endémicos de dipterocarpos de tierras bajas dominados Lithocarpus spp. y Shorea spp. Según BirdLife International, el Área importante para la conservación de las aves y la biodiversidad de Bislig alberga especies de aves amenazadas y de rango restringido tales como el vinago pardo de Mindanao, la paloma apuñalada de Mindanao, la dúcula de Carlota, el martín pescador plateado, el alción cuellirrojo, el eurilaimo de Mindanao, la pita de Mindanao, el verdín filipino, el papamoscas de Basilán y el monarca celeste. También se ven en el territorio una variedad de águilas filipinas y aves migratorias. Además, el bosque del Pangasananan también es un lugar comprobado de anidación y alimentación del águila filipina (Pithecophaga jefferyi), que se encuentra en peligro crítico de extinción.

Para reconocer la importancia del área en lo que respecta a su biodiversidad, los servicios ecológicos que ofrece y la repercusión socioeconómica que tiene, el gobierno filipino, a través de su Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales (DENR, por su sigla en inglés) designó oficialmente a las cataratas de Tinuy-an y a toda su cuenca hidrográfica como paisaje protegido[7] por medio de la Ley de la República N° 11038 o la Ley del Sistema Nacional Ampliado de Áreas Protegidas Integradas, del año 2018. El paisaje protegido de las cataratas de Tinuy-an se superpone en 3163 hectáreas o, aproximadamente, el 45 % del territorio Pangasananan.

Conservación comunitaria efectiva

La naturaleza en el territorio Pangasananan sigue siendo rica y saludable gracias a una combinación de creencias tradicionales, prácticas Indígenas, acciones defensivas sólidas, soluciones innovadoras y alianzas estratégicas. Lo que comenzó como una forma para sobrevivir a la vida diaria se convirtió en un esfuerzo consciente por proteger y conservar el medio ambiente para asegurar un futuro mejor.

La creencia tradicional de que la naturaleza y sus recursos son administrados y custodiados por un conjunto de espíritus, cuyos favores deben ganarse y se debe evitar su ira, guía a los manobos hacia una actitud respetuosa con su entorno. Realizan varios rituales en los que piden permiso para tomar de la abundancia de la naturaleza (como al cazar, pescar u obtener miel), para abrir la tierra para la agricultura y para entrar a lugares sagrados. Estos rituales se llevan a cabo en reverencia a los espíritus y para pedir por una caza o una cosecha abundante, o un tránsito seguro; en ellos, los manobos también piden perdón por adelantado por cualquier ofensa que puedan cometer en el proceso. Los manobos también temen que, si los espíritus se sienten ofendidos o disgustados por sus acciones, esto pueda resultar en una cosecha fallida, un accidente durante la caza, enfermedades, desgracias y, a veces, incluso la muerte, según el alcance de las malas acciones o la ira del espíritu.

Siglos de interdependencia con su medio ambiente inmediato les han permitido desarrollar técnicas de conservación prácticas, sensibles y esenciales que aseguraron el sostenimiento de las poblaciones de flora y fauna tradicionalmente importantes. Las prácticas Indígenas como la designación de santuarios para la vida silvestre, la limitación o restricción de la entrada a las áreas sagradas, la preservación de las especies clave de flora y fauna, el diseño de trampas de caza para evitar las crías y los animales preñados, la designación de períodos sin caza y la limitación del tamaño de la granja, indican un enfoque de conservación y protección para la gestión de los recursos. Por último, la extracción de madera también tiene ciertas restricciones basadas en sus creencias.

Aparte de estas prácticas, los manobos han defendido firmemente el territorio de la tala comercial a gran escala, la tala ilegal a pequeña escala, los grupos rebeldes armados y la tala de bosques por parte de agricultores migrantes. La acción más notable de defensa fue su postura contra la empresa maderera Paper Industries Corporation of the Philippines, Inc. (PICOP). Alrededor de la década de 1990, la empresa había deforestado casi por completo el territorio, salvo unos pocos miles de hectáreas de bosques primarios. Las familias manobos que vivían en el bosque fueron amenazadas y hostigadas por el ejército privado de la empresa para obligarlas a salir: incendiaron sus casas, destruyeron sus granjas y criminalizaron a las personas. Sin tener un lugar adonde huir y con mucho que perder, los jóvenes líderes manobos y su patriarca fundaron la aldea de Sote en el camino que conduce hacia su bosque. Cuando llegaron las excavadoras y los hombres armados, los reunieron a todos usando un taragong[8] y actuaron como barricadas humanas. Esto impidió de forma efectiva que continuaran destruyendo los bosques de la zona. Para mantener la vigilancia sobre los límites del territorio y los márgenes del bosque, la juventud manobo y sus líderes se organizaron y patrullaron el territorio con regularidad. Armaron puestos y campamentos en lugares estratégicos para detener la entrada y las actividades ilegales en los alrededores. Es cierto que capturaron a madereros ilegales, les confiscaron sus equipos y la madera robada y los entregaron a los funcionarios locales.

Los manobos también forjaron asociaciones y alianzas estratégicas con grupos e individuos que los ayudaron a fortalecer las instituciones tradicionales, a defender y asegurar la propiedad legal del territorio, les brindaron asistencia relacionada con sus medios de sustento y a establecer redes y alianzas. Entre los aliados se incluyen la iglesia local, grupos armados privados, las Fuerzas Armadas de Filipinas, varias agencias gubernamentales filipinas, colonos migrantes con habilidades útiles, organizaciones de Pueblos Indígenas, organizaciones no gubernamentales o sin fines de lucro locales e internacionales, el gobierno local y agencias de financiamiento internacionales. Fue gracias a estas asociaciones que la comunidad pudo aplicar soluciones innovadoras, a través de una variedad de procesos participativos, como la investigación participativa, el mapeo tridimensional del territorio, inventarios de los recursos locales y la planificación de la conservación comunitaria.[9] Todas estas herramientas fueron clave para que el gobierno finalmente aprobara la petición de la comunidad por la propiedad del territorio después de más de 10 años de intentos.

Amenazas y desafíos

A pesar de su fortaleza y resiliencia indiscutibles, la comunidad todavía se enfrenta a muchos problemas, tanto externos como internos, que amenazan al Pangasananan.

1. Superposición importante de un área protegida gubernamental y el Pangasananan: el paisaje protegido de las cataratas de Tinuy-an, declarado por el gobierno y legislado con Ley del Sistema Nacional Ampliado de Áreas Protegidas Integradas, del año 2018, se superpone con el 45 % del territorio Pangasananan. Esto debería haber sido un motivo de celebración, ya que de alguna manera reconoce el éxito de la conservación de la comunidad y dicha ley también apoya el reconocimiento de la gobernanza tradicional de los recursos dentro de las áreas protegidas. El gobierno también asignará fondos para la protección, la rehabilitación y la conservación del paisaje protegido; sin embargo, la comunidad considera que esto es problemático por una serie de razones que se explicarán a continuación, a saber: (a) no pidieron su consentimiento libre, previo e informado (CLPI) para crear esta área, (b) criminaliza a la comunidad por continuar con sus actividades de subsistencia en las áreas que se solapan con el área protegida y (c) está menoscabando la gobernanza tradicional.

  • No hubo consentimiento libre, previo e informado: el DENR siguió adelante con el paisaje protegido de las cataratas de Tinuy-an sin la debida coordinación ni el consentimiento de la comunidad. Después de todas las instancias en que el DENR y los líderes manobos se reunieron y discutieron sobre el futuro del Pangasananan y sobre cómo se debían respetar sus tradiciones y reconocer su gobernanza, la comunidad se sintió traicionada por este anuncio repentino sin información, consulta ni coordinación previa con la comunidad. En febrero de 2021, el DENR llevó a cabo una campaña de comunicación, educación y sensibilización pública en la comunidad para discutir el objetivo, la cobertura y las políticas del área protegida, pero, una vez más, no para buscar el consentimiento. Los líderes manobos sienten que el DENR no está interesado en ir más allá para conseguir su consentimiento, ya que las actividades del área protegida continúan a pesar de que no tienen un acuerdo claro con la comunidad.
  • Criminalizan el uso y la gestión tradicionales de los recursos: cuando se impuso el paisaje protegido de las cataratas de Tinuy-an en 2019, el uso y la gestión tradicionales de los recursos ya no estaban permitidos dentro del área, a pesar de que había una ley que estipulaba que se respetarían. Esto es una amenaza crítica, ya que las áreas superpuestas por el área protegida son los bosques, los terrenos de caza y pesca, y las áreas que la comunidad designó para el uso agrícola. El DENR acusó a un manobo de “ocupación ilegal” por tener su granja dentro del área protegida. Luego prepararon una declaración jurada afirmando que él estaba abandonando de forma voluntaria el terreno dentro del área protegida en reconocimiento a su mal proceder. El oficial local del DENR también le dijo supuestamente a otro manobo que ellos no tienen permitido obtener nada del paisaje protegido de las cataratas de Tinuy-an, ni siquiera una brizna de hierba. Un cartel erigido por el DENR cerca de la entrada al Parque Ecoturístico de las Cataratas de Tinuy-an indica principalmente que nadie puede usar los recursos que hay dentro del área protegida. A esto, Hawudon Danao, el mejor cazador manobo del Pangasananan, dijo: “Nuestras granjas y zonas de barbecho se superponen con el área protegida. Cazo en los bosques que están alrededor de nuestras granjas. Mi hijo pesca en los arroyos que están cerca de nuestras granjas. Ahora que estas actividades no están permitidas, ¿cómo vamos a vivir? ¿De dónde suponen que obtenemos nuestra comida y el dinero para nuestras necesidades?”.
  • Menoscabo de la gobernanza tradicional: los manobos mantuvieron con éxito el medio ambiente natural relativamente intacto y saludable dentro del territorio y esto se debe principalmente a su gobierno y su manejo firme del uso de los recursos en el área. Defendieron el territorio con sus vidas, pero ahora sienten que este éxito ha puesto en peligro su control sobre el Pangasananan debido a la amplia superposición con el área protegida. Desde que se declaró el paisaje protegido de las cataratas de Tinuy-an, el DENR ha presentado cargos contra miembros de la comunidad sin coordinar con los líderes tradicionales, sin darle a los manobos la oportunidad de ejercer sus propios procesos de gobernanza. Los manobos se exhiben en documentos como miembros de la Junta Directiva del Área Protegida, pero sienten la falta de sinceridad de este acto. Cuando el DENR y el gobierno local tienen actividades, no se les consulta ni se les pide su permiso, solo se les informa, como si no tuvieran la opción de decir que no o de fijar sus condiciones. Los líderes manobos lamentan que el DENR solo los llame cuando necesitan algún guía en el bosque. Hawudon Sayaw Rodino Domogoy dijo, además: “Según la ley, ‘Los TICCA y los PI involucrados tendrán la responsabilidad de gobernar, mantener, desarrollar y proteger dichas áreas de acuerdo con sus Sistemas y Prácticas de Conocimiento Indígena y el derecho consuetudinario, con la asistencia total y eficaz de la NCIP, el DENR y otras agencias gubernamentales correspondientes’[10]; pero ¿por qué se siente como si fuéramos los asistentes aquí? ¿Por qué no se respetan nuestras leyes consuetudinarias? ¿Por qué les resulta difícil entender que también tenemos nuestro propio sistema de gobernanza? Parece que están infringiendo la misma ley que ellos crearon».

2. Conflicto con el gobierno local: cuando las elecciones de 2019 marcaron el comienzo de una nueva administración, la buena relación de los manobos con el gobierno local de la ciudad de Bislig se vino abajo. La administración anterior había forjado un Memorando de Acuerdo con el MATRICOSO para cogestionar el Parque Ecoturístico de las Cataratas de Tinuy-an. Este Memorando de Acuerdo también aseguró una proporción del 10 % de las ganancias y les otorgó prioridad a los miembros de la comunidad manobo para trabajar en el parque ecoturístico. Todo esto quedó en suspenso cuando entró la nueva administración y un representante del gobierno local incluso amenazó a los líderes manobos cuando presionaron por su derecho a formar parte de la junta directiva; lo que después de dos años de presión, el gobierno local finalmente les permitió. Sin embargo, según los manobos, esto es solo para aparentar, ya que estaban allí en el papel, pero en realidad no fueron tratados como tomadores de decisiones y ni siquiera se les consultó sobre el desarrollo y las actividades que el gobierno local está planeando para las cataratas de Tinuy-an.

3. Debilitamiento de la cultura: además de los desafíos externos, la comunidad admite que tiene problemas internos con los que lidiar. Identificaron la necesidad de fortalecer sus tradiciones culturales manobos para no perder su identidad única y también para asegurar que las generaciones venideras continúen los esfuerzos que se están haciendo en el presente. Las artes, la música y los bailes tradicionales ya no se practican, especialmente ahora que quienes tienen estos conocimientos son demasiado mayores o ya han fallecido y los jóvenes parecen estar más interesados ​​en la cultura dominante.

Esperanzas y sueños

A pesar de estos desafíos, los manobos del Pangasanan esperan lograr una vida mejor para su comunidad y sus hijos sin sacrificar la integridad de su cultura, de la naturaleza y del territorio.

Con la aprobación reciente (2019) de su petición de dominio ancestral, la comunidad espera fortalecerse lo suficiente para proteger y desarrollar mejor su territorio, así como conectarse con los socios adecuados para implementar sus planes de desarrollo y conservación. Los puntos destacados de los planes de la comunidad incluyen el refuerzo de las riberas de los ríos para minimizar la erosión y la colmatación; la reforestación de las áreas desnudas y las fuentes de agua; el fortalecimiento de su cultura manobo; el desarrollo de habilidades y capacidades; el apoyo financiero, técnico y de equipos para los Bagani; la provisión de equipos para un mejor seguimiento del águila filipina y otros animales salvajes importantes y del bosque; y proyectos favorables para la biodiversidad que puedan satisfacer necesidades socioeconómicas tales como sistemas de agua potable, cría de ganado, estanques piscícolas y desarrollo agroforestal. Los manobos quisieran que estos planes interactúen con los planes integrales del gobierno local para el desarrollo de la ciudad, así como con el Plan de Gestión de Áreas Protegidas para el paisaje protegido de las cataratas de Tinuy-an. También desean participar de forma activa en la planificación para el desarrollo del Parque Ecoturístico de las Cataratas de Tinuy-an y reclamar su lugar en la junta directiva.

De todo esto se desprende que la comunidad no desea estar aislada. Desean ser vistos y respetados por su gobernanza tradicional, por el uso y la gestión de los recursos que tienen en su Pangasananan, especialmente por parte del gobierno y sus agencias. Como expresó Hawudon Sayaw, no desean oponerse al gobierno porque saben que podría ser su aliado más fuerte y sostenible; no obstante, la única forma en que se pueden resolver sus diferencias es que el gobierno realmente aprecie y apoye el compromiso demostrado y los esfuerzos que como comunidad realizan para conservar y proteger el territorio Pangasananan y el entorno natural que este alberga.

Referencias

  • BirdLife International. 2021. Important Bird Areas factsheet: Bislig.
  • Cairns, M. 2000. «Ancestral Domain and National Park Protection: Mutually Supportive Paradigms?» Talamdan, 5(4).
  • Casiro, R. and Catubig, E. 2019. Paper Industries Corporation of the Philippines (PICOP): Its History and Socio- Economic Impact in Bislig City, Surigao Del Sur. International Conference on Public Organization.
  • De Vera, D. Lingating, R., Dagdag, J., Bordey, F., Reyes, G., Salomon, T., and Baguilat, T. 2019. A Critique on the Implementing Rules and Regulations of the Expanded National Integrated Protected Areas System Act and its Implications to the Rights of Indigenous Peoples. Quezon City: ANGOC, BUKLURAN, Inc., and PAFID, Inc.
  • Manobo Tribal Council of Sote and Philippine Association For Intercultural Development, Inc. 2019. Community Conservation Plan for the Pangasananan.
  • Manobo Tribal Council of Sote and Philippine Association For Intercultural Development, Inc. 2019. A Report on the Community Forest Resource Inventory of the Pangasananan.
  • Manobo Tribal Council of Sote and Philippine Association For Intercultural Development, Inc. 2011. Community Development Plan of the MATRICOSO.
  • Manobo Tribal Council of Sote and Philippine Association For Intercultural Development, Inc. 2011. Ancestral Domain Recognition Book of the Manobo Tribal Council of Sote.
  • Mascariñas, E. 2018. Surigao del Sur’s ‘Little Niagara’ welcomes tourists again.
  • Pedragosa, S. 2012. «Recognition and Support of ICCAs in the Philippines.» In: Kothari, A. with Corrigan, C., Jonas, H., Neumann, A., and Shrumm, H. (eds). Recognising and Supporting Territories and Areas Conserved By Indigenous Peoples And Local Communities: Global Overview and National Case Studies. Montreal, Canada: Secretariat of the Convention on Biological Diversity, ICCA Consortium, Kalpavriksh and Natural Justice.
  • Philippine Eagle Foundation, Conservation International-Philippines, Department of Environment and Natural Resources. 2008. Eastern Mindanao Biodiversity Corridor Conservation Framework. Davao City, Philippines.
  • UNDP Ecosystems and Biodiversity. 2019. Partners in Conservation: Indigenous Peoples in the Philippines Leading Conservation Efforts.

[1] Análisis realizado por la PAFID utilizando datos sobre las áreas clave de para la biodiversidad del Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales – Oficina de Gestión de la Biodiversidad, y datos sobre los territorios Indígenas de la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas.

[2] Según Casiro y Catubig (2019), la Paper Industries Corporation of the Philippines, Inc. (PICOP) fue la primera empresa de madera y la más grande en operar una fábrica de papel y celulosa totalmente integrada en el Sudeste Asiático en 1963. Su operación duró aproximadamente 50 años. También se dice que PICOP fue fundamental en el desarrollo de la economía de la ciudad de Bislig.

[3] El Baylan también es un curandero y es quien más sabe sobre las medicinas tradicionales y los rituales curativos.

[4] Este cálculo sobre las reservas de carbono se obtuvo gracias a un estudio de cuantificación que realizaron la comunidad manobo y la PAFID en 2018.

[5] Aproximadamente entre 164 000 y 226 000 USD.

[6] Según Birdlife International, el Área importante para la conservación de las aves y la biodiversidad de Bislig es un destino popular para los observadores de aves de todo el mundo, «ya que es uno de los mejores lugares para ver varias especies escasas de aves de bosques de tierras bajas».

[7] La ley filipina describe a un paisaje protegido como “un área de importancia nacional, que se caracteriza por la interacción armoniosa del hombre y la tierra, y que a la vez brinda oportunidades para el disfrute público a través de la recreación y el turismo en el marco del estilo de vida y la actividad económica normales del área”.

[8] Por lo general, una pieza de un instrumento musical Indígena hecho de bambú. Se usa una vara de madera o de bambú para golpear el taragong y crear un sonido fuerte que recuerda a una campana

[9] Para más información sobre los procesos que emprendieron, consulte este estudio de caso (en inglés) en la guía del Consorcio TICCA.

[10] Extracto de la Sección 13 de la Ley del Sistema Nacional Ampliado de Áreas Protegidas Integradas, del año 2018.

[11] Fuentes de información de los mapas: Agusanon Manobo, Participatory 3-Dimensional Community Mapping: Identification of Present Land Cover/Use, Landmarks, Traditional Use Areas, Roads/Trails and Rivers/Creeks on November 2017; Agusanon Manobo & PAFID, GPS Survey of ancestral domain claim boundary corners from 27 March, 8 April and 2 July 2018; NAMRIA and PSA. Municipal boundaries of the Philippines (first quarter 2016). Publication Edition: 2016; CADT Boundary data from NCIP Region XIII, 2019; Base map from Google Terrain Hybrid; IBA shapefile from BirdLife International 2013. Country profile: Philippines. KBA shapefile from Conservation International, Department of Environment and Natural Resources-Protected Areas and Wildlife Bureau, Haribon Foundation. Priority Sites for Conservation: Key Biodiversity Areas.

Acerca de los autores / las autoras

Glaiza Tabanao es trabajadora de desarrollo comunitario y se especializa en la investigación participativa y el mapeo de los territorios de los Pueblos Indígenas en Filipinas. La comunidad manobo es la primera con la que trabajó cuando se unió a la Asociación Filipina para el Desarrollo Intercultural, Inc. (PAFID, por su sigla en inglés) en 2010. Desde entonces ha trabajado con Pueblos Indígenas y es Miembro Honorario del Consorcio TICCA.

Este estudio de caso es una versión actualizada y ampliada del caso presentado para el Registro Global TICCA (en inglés) en 2019.

Traducción al español de Raúl Ho
Revisión de Daniela Campos Rubio