Análisis geográfico global

La extensión estimada de los territorios y las áreas conservadas por los Pueblos Indígenas y las comunidades locales

Foto: Roshni Lodhia
Autor(es): Jessica Stewart, Joe Gosling, Colleen Corrigan, Holly C. Jonas, Leila Vaziri Zanjani y June Rubis

Resumen del análisis geográfico global

Hemos llegado a un punto crítico en la historia que compartimos como humanidad. Desde que comenzó la pandemia de la COVID-19, hemos visto con demasiada claridad cómo las personas y la naturaleza son interdependientes, cómo nuestra salud y bienestar se encuentran en íntima conexión con todo el resto del planeta y cómo el clima, la biodiversidad y las crisis sociales están profundamente interconectadas. Existe un creciente consenso mundial acerca de que nos encontramos ante una de las mejores oportunidades para cambiar de rumbo y garantizar que nuestra especie y los miles de millones de especies con las que compartimos el planeta continúen coexistiendo y prosperando en el futuro. Ello implica escuchar, respetar, reconocer y apoyar adecuadamente a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales cuyas culturas y sistemas de gobernanza han moldeado y promovido la diversidad de la vida en la Tierra durante generaciones y milenios, y que continúan haciéndolo hoy en día, a pesar de enfrentar amenazas significativas. Tanto a nivel local como global, todos los participantes y las entidades con responsabilidad en el sector de la conservación deben dar prioridad al fortalecimiento de las conexiones profundas que existen entre la diversidad cultural y la biológica, al tiempo que respetan, protegen y cumplen los derechos de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales.

Este análisis global es el primero de su tipo en el que se analiza la extensión estimada y el valor que tiene la conservación de los territorios y las áreas conservadas por los Pueblos Indígenas y las comunidades locales (abreviadas como TICCA, territorios de vida). Se basa en un informe complementario que se elaboró durante un periodo similar (WWF et al., 2021, próximamente), en el que se evalúan las tierras de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales de forma más amplia, ya que refina el conjunto de datos tratado en dicho informe para centrarse específicamente en la extensión estimada de los TICCA, territorios de vida. El análisis proporciona evidencias técnicas y científicas para reforzar aspectos clave del marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020 y su implementación. Ilustra que el cumplimiento de la visión para 2050 de “vivir en armonía con la naturaleza”, que propone el Convenio sobre la Diversidad Biológica, solo puede lograrse mediante un enfoque basado en los derechos humanos, que respete a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales como titulares de derechos y que responsabilice a los gobiernos, a las organizaciones conservacionistas y a los actores privados como titulares de obligaciones.

Hallazgos clave

  • Los Pueblos Indígenas y las comunidades locales desempeñan un papel destacado en la gobernanza, la conservación y el uso sostenible de la tierra y de la biodiversidad del mundo. Se estima que los TICCA potenciales cubren más de una quinta parte (21 %) del territorio mundial (es decir, aproximadamente el tamaño de África), y más de una quinta parte (22 %) de las Áreas Clave para la Biodiversidad del mundo. Como guardianes de una proporción tan grande del planeta, deben ser reconocidos y respetados como titulares de derechos, protagonistas y líderes en los procesos de toma de decisiones relevantes. Además, se deben reconocer y defender sus derechos a la autodeterminación, a la tierra y a sus territorios colectivos para que puedan protegerse de las amenazas. 
  • Al menos una cuarta parte (26 %) de las áreas protegidas y conservadas del mundo que son gobernadas de forma privada y estatal se solapan con TICCA potenciales. Por lo tanto, los Pueblos Indígenas y las comunidades locales son probablemente los guardianes de facto de muchas áreas protegidas y conservadas existentes, sin ser reconocidos de manera formal como tales. En muchos casos, es precisamente debido a las acciones y contribuciones para la biodiversidad que hacen los Pueblos Indígenas y las comunidades locales que estos sitios se han considerado «adecuados» para la protección formal. Este solapamiento también plantea preocupaciones importantes con respecto a las implicaciones, tanto históricas como actuales, de los derechos humanos en el contexto de las áreas protegidas y conservadas por los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, incluyendo los potenciales desplazamientos forzados, la desautorización de los sistemas de gestión y de gobernanza consuetudinarios locales y la criminalización de sus prácticas culturales.
  • Casi un tercio (31 %) de la tierra del planeta ya estaría incluida en las áreas dedicadas a la conservación o al mantenimiento de la tierra en buenas condiciones ecológicas. Si los TICCA potenciales fueran reconocidos por sus contribuciones a la conservación en el sistema de áreas protegidas y conservadas que son gobernadas de forma privada y estatal (14 % de la tierra a nivel mundial), la cobertura total ascendería al 31 %. Este hallazgo subraya cuán esencial es reconocer y apoyar adecuadamente los derechos de los Pueblos Indígenas y de las comunidades locales y los esfuerzos de conservación que ya realizan, para lograr cualquier meta basada en el área del marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020, ya sea del 30 % o no. Los Pueblos Indígenas, las comunidades locales y las organizaciones de la sociedad civil han expresado gran preocupación acerca de la Meta 2 del borrador actual. Este análisis ilustra la oportunidad y la necesidad de incorporar explícitamente los derechos humanos, la diversidad de gobernanza y la equidad en esta meta, de modo que su implementación garantice el respeto a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales como titulares de derechos.
  • Los TICCA potenciales conforman una superficie mayor que la red de áreas terrestres protegidas y conservadas por la gestión estatal y privada. Más allá de esta red, que actualmente cubre el 14 % de la tierra, los TICCA potenciales cubren el 17 % de esta. En muchos casos, la forma en que los Pueblos Indígenas y las comunidades locales gobiernan y gestionan sus territorios y tierras es consistente con la definición de área protegida o conservada. Sin embargo, depende de los guardianes la decisión de participar, y de qué maneras, en el sistema «oficial» de áreas protegidas y conservadas, así como en las designaciones y las formas de identificación y documentación relacionadas.
  • Los TICCA potenciales cubren al menos un tercio (33 %) de los paisajes forestales intactos a nivel mundial. También cubren al menos un tercio (32 %) de las áreas que se consideran clave para revertir la pérdida de biodiversidad, para prevenir las emisiones de CO2 fruto de las conversiones en los terrenos y potenciar los sumideros naturales de carbono. Este hallazgo indica que, además de ser titulares de derechos sobre estos territorios y estas áreas, los Pueblos Indígenas y las comunidades locales son también los protagonistas y los agentes de cambio en los esfuerzos locales y mundiales para proteger los entornos forestales, detener la pérdida de biodiversidad, reducir los incendios forestales y mitigar el colapso climático.
  • Algunas áreas gobernadas por Pueblos Indígenas y comunidades locales son reconocidas por la UNESCO como sitios naturales de valor universal excepcional. Casi un tercio (32 %) del total de los sitios naturales y mixtos del Patrimonio Mundial de la UNESCO se superponen en algún punto con TICCA potenciales. Esta labor debe ser reconocida y apoyada, y los esfuerzos de conservación subsiguientes deben tener como objetivo reforzar y apoyar las conexiones profundas que hay entre la diversidad cultural y biológica en las tierras y los territorios de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales con las prácticas sociales, culturales y espirituales que los nutren y mantienen.
  • Al menos un 16 % de la extensión de los TICCA potenciales se encuentra muy expuesta a presiones ante el desarrollo futuro de industrias productoras y extractivas. Aunque estas altas presiones industriales no son inevitables, es importante estar preparados para esta posibilidad, lo que incluye apoyar de forma proactiva y urgente a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales para asegurar el derecho sobre sus tierras y territorios colectivos y a sus sistemas de gobernanza. Este 16 % incluye a las áreas bajo alta presión, pero el otro 84 % del total no debe considerarse libre de presión ante el desarrollo. Dados los importantes vínculos existentes entre los TICCA potenciales y las áreas de importancia crucial para la biodiversidad y para un clima saludable, apoyar a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales debe ser una prioridad para todos los actores en el sector de la conservación, de modo que se garanticen sus derechos y se protejan y defiendan sus territorios y áreas también contra las presiones industriales.

Acerca de los autores / las autoras

Jessica Stewart (UNEP-WCMC y Miembro Honorario del Consorcio TICCA)

Joe Gosling (UNEP-WCMC)

Colleen Corrigan, PhD (Conservation Matters, LLC y Miembro Honorario del Consorcio TICCA)

Holly C. Jonas (Coordinadora Internacional, Consorcio TICCA)

Leila Vaziri Zanjani (Universidad Concordia y Miembro Honorario del Consorcio TICCA)

June Rubis, PhD (Sydney Environment Institute, Universidad de Sídney y copresidenta del tema «Documentar los Territorios de Vida» en el Consejo del Consorcio TICCA)

Cita sugerida: UNEP-WCMC and ICCA Consortium (2021). A global spatial analysis of the estimated extent of territories and areas conserved by Indigenous peoples and local communities, Territories of Life: 2021 Report. UNEP-WCMC (Cambridge, UK) and ICCA Consortium (worldwide).

 

Traducción al español de Pilar Caamaño

Revisión de Daniela Campos Rubio